La próstata es un glándula que rodea la uretra de los hombres, es aproximadamente del tamaño de una nuez y forma parte exclusivamente del aparato reproductor masculino, esta glándula segrega un fluido llamado líquido seminal que sirve para transportar los espermatozoides.
El cáncer de próstata es la multiplicación anormal y no controlada de las células que conforman a la glándula. Este tipo de cáncer no tiene una causa específica de aparición, sin embargo, es considerada multifactorial. No se hereda, pero cuando existen antecedentes familiares aumenta la probabilidad de padecerse, existen otros factores que también contribuyen. Entre estos, encontramos:
Se ha descrito otras condiciones que pueden favorecer su aparición como la obesidad, tabaquismo, factores hormonales, infecciones y la vasectomía.
El cáncer de próstata suele ser asintomático, sin embargo la presencia de síntomas es indicativo de que se halla en una etapa avanzada. Entre las manifestaciones se encuentra la dificultad para orinar, ganas de pujar para eliminar la orina residual de la vejiga, múltiples micciones durante el día y la noche, retención urinaria, goteo y la presencia de sangre en la orina, originadas por la obstrucción de la uretra a causa del crecimiento de la glándula.
El diagnóstico de la enfermedad se realiza con la medición en sangre del Antígeno Próstatico Específico, que sufre elevación cuando existe esta alteración. Por otro lado, está el examen digitorrectal que consiste en el tacto directo de la próstata a través del recto. También se puede diagnosticar con un ultrasonido transrectal que permite visualizar directamente la glándula. Y finalmente, se confirma el diagnóstico con la toma de una biopsia para el análisis de la malignidad de las células.
La recomendación más importante para la detección temprana del cáncer de próstata es la prevención. Por ello, es indispensable que a partir de los 40 años anualmente se realice un estudio digitorrectal, la medición del Antígeno Prostático Específico y modificar el estilo de vida para la reducción de riesgos incluyendo la ingesta de una dieta balanceada, baja en grasas, rica en verduras, frutas y cereales, así como vitaminas y suplementos minerales. Lo anterior más la ingesta de 1.5 a 2 litros de agua diariamente, disminuirán el riesgo y favorecerán la detección temprana.
En nuestro país, el cáncer de próstata ocupa el segundo lugar dentro de la tasa morbi-mortalidad en los hombre y cuya incidencia en individuos de 60 años y más se ha incrementado. Por ello, no olvide que la prevención es la mejor forma de reducir riesgos y de detectar enfermedades oportunamente.
Elaborado por la alumna Berenice Martínez Morales